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jueves, 2 de marzo de 2023

Irma Serrano (1933-2023) y mis padres

Foto: Facebook Irma Serrano La Tigresa Oficial segunda parte

AYER FALLECIÓ la controvertida artista y política de origen chiapaneco Irma Serrano. ¿Por qué escribir sobre ella en este blog familiar?  A riesgo de alterar la anécdota narrada por mis padres, así la recuerdo.

Corría el año mil novecientos setenta, tal vez el setenta y dos, creo que durante la presidencia de uno de los amigos de papá, Víctor Manuel Nájera Castro "Piolín". El dato preciso se me escapa de la memoria. Era mediados de diciembre. La Asociación Nacional de la Publicidad (A.N.P.) de la que mi padre fue presidente (1961-1963) celebró una de sus ya acostumbradas posadas navideñas. Al festejo asistieron los socios con sus esposas, y una de las artistas contratadas para amenizar la fiesta fue la que entonces causaba sensación: Irma Serrano, guapa, atrevida, con esos divinos ojos verde ambarinos de mirada hechicera y fulminante como la que he imaginado para Mármara Afrodakis, el personaje femenino protagónico de uno de los libros de mi serie de novelas cuasi saga Calima que me encuentro redactando, próximo a publicar y que incluye así sea en forma de escenas de ficción la biografía de mi familia y de la que este blog es raíz.

Los señores estaban fascinados con la presencia y la actuación de la polémica Irma Serrano "La Tigresa" solo un año menor que mi madre. La artista se paseaba contoneando sus atractivas formas delineadas sobre el escenario, mostrando su torneadas bazas apenas cubiertas con una falda diminuta que revolucionaba el estilo del vestuario ranchero, y la volvía todo un símbolo sexual de valía inalcanzable salvo para algún ex presidente como Gustavo Díaz Ordaz o aquellos hombres sobre quienes ella y solo ella, "come hombres", echaba el ojo.

Pues ahí estaban mi papá y mi mamá. Mientras los señores animaban a mi padre a acercarse al escenario para entregar un ramo de flores a la cantante, las señoras se sentían ofendidas por el comportamiento de sus maridos y los desplantes de la siempre provocadora y provocativa Tigresa.

Mi madre no podía ocultar su descontento, su desagrado y su rostro lucía un gesto de repugnancia. El diminuto vestuario de la cantante vernácula y actriz de cine, la que años después sería empresaria teatral rescatadora del Teatro Virginia Fábregas en el centro de la Ciudad de México y al que llamó Frú Frú, dejaba muy poco a la imaginación de los hombres que descargaban sus ansias de casanovas en mi padre, siempre objeto de sus bromas pesadas y burlas que él capoteaba como si nada.

La cantante, atenta a ese comportamiento masculino se aproximó al proscenio. La mesa donde estaban sentados mis padres y sus amistades estaba allí, al alcance de la mano. Dándose cuenta también de la elocuente expresión facial de mi madre, Irma Serrano, se envalentonó y bronca como era determinó darles un estate quieto a ellos y un quítate que ahí te voy a ellas aprovechando la pausa discursiva durante uno de los puentes musicales del tema que le diera más fama, "La Martina". Justo al decir: "¡Ay, muchachitos, por qué son tan incomprensivos? Las mujeres también tenemos derecho", La Tigresa agregó enfática y mirando fíjamente a mi madre: "¿Verdad, señora?". Mi madre cambió su semblante, avergonzada, los señores fingieron demencia al son de las carcajadas y mi padre no se dio por aludido.