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jueves, 10 de junio de 2021

50 años de una masacre



A 50 años de ocurrida la masacre del 10 de junio de 1971, el "Halconazo del Día de Corpus", traigo a la memoria un episodio de la historia que liga con mi familia. Lo traigo en la forma de video, pues así lo he publicado también en mi otro blog Indicios Metropolitanos, dentro de su canal de YouTube. Se trata de un recuerdo de mi padre que me enorgullece y pone en evidencia el compromiso social que ha caracterizado a mi familia desde siempre.



domingo, 25 de septiembre de 2016

Nunca es demasiado tarde

Me voy enterando tardíamente, tanto como unos pocos meses, que en abril de este año, un muy querido amigo y compañero de aventuras publicitarias de mi padre, Miguel Hisi Pedroza, publicó sus memorias bajo el título Ni chiripas ni yes-man, de las memorias de un comunicador. La obra, publicada por el Consejo de la Comunicación A.C., conjuga la experiencia de más de 60 años trabajando a favor de la comunicación social y la publicidad.

Miguel Hisi Pedroza presentó su libro , donde comparte sus vivencias y experiencias de una vida dedicada a la publicidad y la comunicación social, en el auditorio Pedro López del museo Franz Mayer, ante profesionales de la comunicación, amigos y familiares.

Al centro, mi padre, José Antonio de la Vega Acuña,
a la sazón presidente de la ANP (1962) y Miguel Hisi Pedroza
entonces articulista de la revista "Atisbos", Coordinador Administrativo
de Prensa de la Mesa Directiva de la ANP y Dir. de Información
del II CLAP  (Congreso Latinoamericano de la Publicidad),
dando indicaciones sobre la logística.
Foto: Archivo VETA Creativa
Con más de 60 años en la industria, Miguel Hisi ha sido pieza fundamental de los organismos más importantes de la industria de la Comunicación: Vicepresidente de la Asociación Nacional de la Publicidad, editor de la revista de la Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad, Académico de Número de la Academia Mexicana de la Comunicación, organismo instituido por el Consejo de la Comunicación; así como su contribución a través de sus publicaciones como la revista Publicosas, y su columna en el periódico El Universal: Publicitis.

Pero sobre todo, Miguel Hisi es conocido y respetado por su gran labor como maestro, siendo mentor de cientos de jóvenes que hoy en día son profesionales de la comunicación, destacando por ser fundador de la carrera de publicista en la Escuela Técnica de Publicidad.

El Lic. Alejandro Grisi, Presidente del Consejo de la Comunicación, señaló el profesionalismo, pasión y entrega con las que Miguel ha desempeñado su labor profesional así como su gran calidad humana. El Lic. Grisi comentó que la edición y publicación de su libro es un reconocimiento por parte del Consejo a su gran trayectoria y contribución a la industria de la comunicación, la cual continuará siendo fuente de inspiración para las futuras generaciones.

Por su parte Hisi Pedroza comentó con emoción que su libro pretende aportar a los jóvenes estudiantes o aficionados de la comunicación social, ejemplos de las buenas y malas prácticas en este ámbito y recordarles que la comunicación eficaz no es cosa de chiripas ni apuestas, sino de conocimiento y experiencia.

El evento contó con la participación de: Lic. Alejandro Grisi, Presidente del Consejo de la Comunicación, Lic. Antonio Delius, Director General de la Revista El Publicista, Lic. Raúl Huitrón, Columnista del periódico Reforma, Don Luis Arrache (también muy cercano amigo de mi padre, desde que trabajaron juntos en el departamento de publicidad de H. Steel), Comisario de la Asociación Nacional de la Publicidad, entre otros. Asimismo, el apoyo del Ing. Raúl Camou Rodríguez, Director General de Isa Corporativo fue muy importante para la realización del evento.

Quepa añadir que Miguel Hisi hace referencia a mi padre en su libro y eso es algo que es necesario agradecer, como también lo es que otro amigo de ambos y también importante personalidad de la comunicación en México, Francisco Ibarra López hiciera lo propio también en sus memorias Historia de un Empresario Mexicano, publicadas en 2010 bajo el sello de editorial Océano.




(Fuente: comunicado de prensa.)

sábado, 28 de noviembre de 2015

Merecido reconocimiento a Francisco Ibarra López

Esta imagen me da mucha emoción. Este reconocimiento de Enrique Peña Nieto dado el 25 de noviembre, durante la tradicional comida organizada por la CIRT, a mi tío Francisco Ibarra López, propietario de Grupo Acir (no es familiar, pero como si lo fuera de tan amigo que fue de mis padres y de tan amigos que fuimos los muchachos Paco, Carmita y Toño en la infancia), me llena de orgullo. No solo es merecido.
A través de este reconocimiento siento (sí, sé que es idea mía) que de forma extensiva se hace un reconocimiento post mortem también a mi padre y a su herencia, y me resulta un acicate para continuar la labor de asentar su legado del cual es extensión en algún modo, por lo menos en la Asociación Nacional de la Publicidad, A.C. de la cual ahora mi tío Paco, tras el fallecimiento de mi padre es el expresidente decano.

Quienes hemos hecho radio no podemos más que reconocer su valía. Mis ojos rebosan lágrimas de felicidad que quisiera compartir con todo Grupo Acir, pero especialmente con mi tía Carmita, Paco, Carmita "chica" y el siempre bueno y tierno Toño. Mi abrazo fraterno hasta ellos, por lo menos así, ya que hacerlo mediante otros canales me es, por lo pronto, algo difícil.

En 2012, un año antes del fallecimiento de mi padre, el gobierno del Distrito Federal entregó un reconocimiento igual. En ese año también la ANP hizo lo propio y pidió a mi padre en su calidad, entonces, de expresidente decano, hacer un breve discurso para homenajear al amigo. Mi padre se negó, no por falta de cariño, sino porque su condición física ya lo tenía en una circunstancia incómoda para él. La ANP le ofreció grabar su mensaje para mi tío Paco, pero mi papá insistió en negarse. Su dolor de la columna vertebral por causa de una vieja lesión y que lo tenía ya postrado en una silla de ruedas le impedía concentrarse, lo tenía de malas. No podía, así, hacer los honores debidos al amigo de tantos años, compañero de aventuras publicitarias. Lo lamentó, por supuesto, pero no quería tampoco "dar lástima". Días antes mi tío Paco le envió un ejemplar de su biografía en la que lo menciona en uno de los capítulos. Acompañó el ejemplar con una carta autógrafa que reproduzco:
Estimado amigo: 

Te envío un cordial saludo y mi libro Historia de un Empresario Mexicano, que narra mi vida, convivencias y experiencias a través de mi desarrollo como ser humano. 

Tú eres parte de mis convivencias y, aunque en el libro no pude mencionara todos, indiscutiblemente las experiencias vividas contigo han sido una gran satisfacción para mí. 

Espero que lo leas y te guste. 

Recibe las seguridades de mi consideración y afecto. 

Firma Francisco Ibarra López 
Atesoro este libro como la primera edición autografiada por el también amigo de mi padre Álvaro Mutis y otros que enriquecen mi biblioteca.

En su libro, Francisco Ibarra menciona (IBARRA López, 2010, pág. 57):
El entonces ejecutivo de Radio Mil continuó siendo un miembro activo de la ANP durante las siguientes administraciones que presidieron, de manera sucesiva, José Luis Lemus Orozco (uno de los directivos de Colgate Palmolive), José Antonio de la Vega y Luis Gallart Valencia. 

En 1962, cuando encabezaba la ANP el señor De la Vega, en Nueva York se celebró la Feria Mundial. Los organizadores de la misma habían invitado a un grupo de dos o tres mexicanos para que fueran a impartir una conferencia. Como la ANP no contaba con presupuesto más que para lo elemental, José Antonio de la Vega dijo a ls agremiados: «El que quiera ir a Nueva York a dar la conferencia que se apunte y pague su viaje». 

«Nos apuntamos mi amigo Francisco Villavicencio [también amigo de mi padre y con quien, junto con otros amigos, incluido Paco, formó un apretado grupo de amigos publicistas]. En Nueva York tuvimos una experiencia increíble: nos trataron de forma muy especial y, aunque nuestro inglés no era muy bueno, nos pudimos desarrollar muy bien, gracias al apoyo y las facilidades que nos dieron. Además de que tuvimos mucho éxito y representamos a México muy bien, nos pasamos cinco días sensacionales en una feria impresionantemente bonita».
En los siguientes párrafos da su sitio a una lista de amigos todos ellos miembros del grupo que, encabezado por mi padre, conformó la generación de la renovación de la ANP: Luis Gallart, Víctor Nájera Castro “Piolín” (como Paco, presidentes enseguida de mi padre), los intelectuales del grupo: José Antonio Menéndez, Miguel Hisi Pedroza, Arrigo Coen Anitúa; Luis Gutiérrez y Jean Domette “El francesito apasionado”. A ellos habría que añadir a Ángel Ladrón de Guevara y a algunos beneficiarios de su herencia grupal, egresados de la Escuela Técnica de la Publicidad creada en el periodo anterior al de mi padre y reforzada durante el suyo con la atinada dirección de Hisi Pedroza: José Clemente Cámara, Heriberto Hatch, entre otros muchos. Mi padre falleció el 17 de agosto de 2013.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Comienzo de la Renovación

A modo de prefacio
El presente artículo redactado en parte por mi padre lo publiqué originalmente el 10 de febrero de 2007, siendo él a la sazón ex presidente decano de la Asociación Nacional de la Publicidad (hoy el título de Decano le corresponde al buen amigo Francisco Ibarra López), cuando el blog obedecía al título "VETA Publicitaria" y tenía como finalidad servir como un vínculo con dicho organismo. Hoy, cuando doy la vuelta al espacio para dedicarlo a mi padre fallecido el 17 de agosto de 2013, lo incluyo en primer término, mejor que cual obituario, como parteaguas y justificación de la nueva línea que desde ahora habrán de seguir los contenidos del blog.

De las publicaciones que prosiguieron a este artículo he dejado solo aquellas más estrechamente relacionadas de alguna manera con mi padre, todas las demás, aun a despecho de la poca o mucha respuesta que pudieran haber despertado, las eliminé por el motivo contrario.

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Memorias de un publicista mexicano

Por José Antonio de la Vega Acuña "El Duende Verde"
Fotos: Archivo VETA Creativa

Previo a y con motivo de la edición del libro para celebrar los 80 años de fundación en México de la Asociación Nacional de la Publicidad (A.N.P.) intitulado 80 años de la Publicidad en México A.N.P., y cuya presentación se verificó el pasado 11 de diciembre de 2006, se me invitó a consignar algunas de las memorias relevantes y que marcaron el destino de la asociación durante el período que fungí como presidente de la misma.

Lo que ahora publico como colaboración para VETA Publicitaria es un apunte mínimo cuya finalidad es servir como complemento a la información contenida en el mencionado libro y que fuese presentado el pasado 11 de diciembre en medio de la modernidad del recinto del Museo Rufino Tamayo.

Choque de trenes generacionales
Se acercaban las elecciones para renovar el consejo directivo de la A.N.P. para el período 1961-1962, a la sazón presidido por José Luis Lemus Orozco. Jóvenes e inquietos como éramos, personalidades como el Lic. Luis Gutiérrez, Luis Gallart, Jean Domette Nicolescu, Antonio Menéndez, Francisco Villavicencio, el suscrito y otros muchos miembros activos decidimos contender, acusando rebeldía ante lo que considerábamos la pasividad e inacción característica de los años y mesas directivas previas por las que habían pasado connotados publicistas de la época como Eduardo Correa, Federico Sánchez Fógarty, José Luis Lemus, Juan Durán y Casahonda, Fernando Bolaños Cacho, Edgar Heymans, por mencionar unos cuantos y que, a nuestro juicio, en vez de darle a la A.N.P. el carácter de una institución unificadora y vigilante de los intereses del gremio publicitario, la habían convertido en una especie de “club social” de amigos cuya sede, aparte de las oficinas administrativas, estaba equipada con mesas de billar, mesas para juego de cartas, etcétera. Entonces se necesitaba sangre nueva —pensábamos—, gente que la renovara y construyera una nueva imagen de la publicidad profesional moderna.


Desde luego que no fue una labor fácil, pues a los ojos de aquellos “monstruos” de la publicidad, reconocidos por una trayectoria larga e intachable, los jóvenes publicistas pujantes no éramos más que un grupo de muchachos inquietos, poco calificados y nada confiables. Seguramente se cuestionaban cómo iban a dejar en tales manos una asociación creada desde 1923, tan entrañable, la decana de las asociaciones profesionales en México. ¿Entregarles la estafeta? ¡Nunca!... Fuimos combatidos aguerridamente por todos los medios casi al grito de: ¡No pasarán!

Abonando el terreno de la revolución publicitaria
Como estrategia de acción, formamos un grupo bien cohesionado al que denominamos ni más ni menos P.R.I. (Publicistas Renovadores de Instituciones) —sin afán específico de efectuar un parangón con el partido político entonces en el poder de la nación—; y, trazamos un programa ambicioso de 10 acciones concretas que incluía darle un fuerte impulso a la imagen de la asociación —su principal capital, como establecen los estatutos—, empezando por hacer una intensa labor de proselitismo y cabildeo con anunciantes, en agencias y medios de comunicación de la época.

Definimos detalladamente plataforma y programa, y los distribuimos profusamente. Desarrollamos pues una verdadera campaña de convencimiento no solo para ser aceptados, sino también para lograr la ampliación de la afiliación de nuevos socios. Así, nuestro proyecto triunfó en unas reñidas elecciones, por primera vez ante la fe de dos notarios públicos, y no obstante la tenaz oposición de la “vieja guardia”, y comenzó la que han dado en llamar “la década renovadora”.

Entonces no existía la profesión de publicista ni menos licenciaturas en mercadotecnia o publicidad, como ahora, si bien ya existía nuestra H. Escuela Técnica de la Publicidad. Por eso, ya instalados como mesa directiva de la asociación, una de nuestras más caras inquietudes era lograr que las autoridades de educación reconocieran a la publicidad como una verdadera actividad profesional calificada, con carácter técnico, y englobada en las ciencias sociales. Tocó así a Miguel Hisi Pedroza iniciar una labor de acercamiento a ciertos contactos en la S.E.P.; labor ardua tras la cual, la misma U.N.A.M. y las nuevas universidades privadas, comenzando con la Universidad Iberoamericana (primera en crear la licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación) fueran creando en sus programas las carreras que darían sentido y dirección al quehacer publicitario.

Publicidad mexicana con amplitud de miras
Uno más de los destacados puntos de nuestra plataforma fue la organización del II Congreso Latinoamericano de la Publicidad (C.L.A.P.). El primero se celebró en agosto de 1961, en Sao Paolo, Brasil. La delegación mexicana conformada entre otros por Miguel Hisi Pedroza, Enrique Castillo, Víctor Sarmiento y quien suscribe estas líneas, nos movimos activamente cabildeando durante el evento y logramos que el pleno votara en mayoría para que el II C.L.A.P. se celebrara en México.

Hisi Pedroza fue elemento clave en la definición de la temática, la organización de mesas de trabajo, relatorías y la mecánica general de un evento de esta naturaleza. Entonces él, aparte de su labor como profesor en la U.N.A.M., escribía una columna especializada en el chismorreo y noticias del ambiente de la publicidad, en el semanario Atisbos que editaba don René Capistrán Garza y cuyo gerente era don Rubén Barba Pintor, quien prácticamente dio todo genero de facilidades y el decidido apoyo para beneficio de este compromiso de la A.N.P.

Efectuamos una intensa campaña publicitaria usando los medios impresos. El tema de esta campaña fue: “En Latinoamérica Tenemos Prisa: prisa por ampliar nuestros mercados...”.






Se definió como fecha para el II C.L.A.P. octubre de 1962. Trabajamos a contra reloj. Cada vez veíamos más y más grande el tamaño de la empresa que habíamos acometido y, en cambio, cada vez más disminuido el compromiso de los que, al calor del entusiasmo, aceptaron determinadas comisiones. Así es que al final fuimos pocos quienes hubimos de trabajar de verdad intensamente para abarcar no solo la promoción y organización en México, sino además la promoción en todos los países desde Guatemala hasta Argentina. (A las personas seria y desinteresadamente involucradas, aquí y ahora como entonces, reitero mi agradecimiento: Rosa María Rodríguez, María Aguilar (q.e.p.d.)).

Convocamos a un concurso para el desarrollo del cartel que serviría de estandarte y distintivo del congreso, y sentimos la necesidad imperiosa de que este no fuera únicamente el congreso de la A.N.P., sino por el contrario el congreso de la publicidad nacional. Para ello apuramos que se integrara formalmente al proyecto el Consejo Nacional de la Publicidad, en el que estaban representados los anunciantes y cuyo director entonces era el Lic. Antonio Menéndez. Animamos también al incipiente e informal Grupo de Damas Publicistas, que encabezaba la señora Sánchez Fógarty.


En esa época ya se habían formado la Asociación de Gerentes de Publicidad, la Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad, entre otras organizaciones y, tras invitarlas, constituimos legalmente la Federación Mexicana de la Publicidad para así tener una representación jurídica formal, como ya ocurría con Argentina y Brasil, en la Confederación Latinoamericana de la Publicidad.



De esta manera pudimos celebrar un congreso sólidamente integrado y que representara genuinamente a la publicidad mexicana organizada en un ámbito más amplio como el latinoamericano. Con estas credenciales iniciamos la labor ante las autoridades y entidades gubernamentales. Don Benito Coquet, en aquellos años Director del I.M.S.S., con una gran disposición autorizó el empleo de las instalaciones del novísimo, majestuoso y moderno Edificio de Congresos del Centro Médico recientemente inaugurado; un verdadero centro de convenciones en toda la extensión de la palabra. Aprovechamos la parte inferior del auditorio para organizar la Primera Exposición de la Publicidad Mexicana.

Apuntes para el anecdotario
Don Miguel Alemán Valdez, en su calidad de presidente del Consejo Nacional de Turismo, se entusiasmó con nuestro planteamiento y sencillamente nos gestiono una función especial en Bellas Artes, con el ballet de Amalia Hernández y ¡lo increíble, entonces!: el Alcázar del Castillo de Chapultepec para la celebración de la cena de clausura. O sea que casi cuarenta años antes que el presidente Fox lo hiciera, nosotros utilizamos esa reliquia para cerrar con broche de oro este gran evento de la A.N.P. 

El joven abogado Miguel Alemán Velasco fungió como director del Primer Festival Latinoamericano del Filme Publicitario.

A la inauguración del II C.L.A.P. no podíamos dejar de invitar al presidente de la República, Lic. Adolfo López Mateos. Como es costumbre, tanto la Presidencia como la Secretaría de Gobernación investigaron las filiaciones políticas, ideologías, antecedentes penales, y otras monerías de quienes conformábamos el comité organizador. Eran los tiempos en que “ser de izquierda” se confundía con “ser furibundos comunistas”, “grillos” y Toño Menéndez era bien conocido como hombre de ideas de izquierda. Así que de alguna manera tenían que investigar a fondo no solo para la seguridad del presidente que iba a inaugurar el evento acompañado por importantes funcionarios de su gabinete cuanto a la seguridad de que el apoyo oficial a brindarnos no sería desvirtuado.

Nueva sede de la A.N.P.
Posteriormente al II C.L.A.P. hubo que continuar realizando el resto del ambicioso programa de trabajo. Otro de las aportaciones derivadas de nuestra plataforma consistió en cambiar la sede a un sitio más amplio y exclusivo que el viejo edificio de Bucareli 109 en donde además de la A.N.P., en diferentes pisos, estaban Publicidad Salas (de don Eugenio Salas y Rafael Rivapalacio); Radio Programas de México (de Clemente Serna Martínez) y desde luego la Escuela Técnica de la Publicidad (E.T.P.). Ya entonces, la calle Bucareli, de dos vías e inclusive una línea de tranvías, presentaba problemas de tránsito intenso y dificultades para estacionarse. Así, nos cambiamos a un edificio en el número 162 de la calle Tabasco, en plena colonia Roma, donde arrendamos tres pisos.
El entonces secretario de gobernación, Lic. Gustavo Díaz Ordaz, representando al presidente, develó la placa inaugural; cabe decir que asistió un poco a regañadientes, porque ese día se le juntaron muchos compromisos sociales impuestos por el protocolo, pero a pesar de su fama de agrio, cortante y poco dado a inauguraciones que no fueran oficiales, se comportó de la manera más amable y cordial con todos nosotros, aceptando charlar informalmente unos 15 minutos luego de terminar la ceremonia. Nadie imaginaba entonces que, llegado Díaz Ordaz a la magistratura de la nación, su nombre quedaría inscrito en la historia junto al del nefando Luis Echeverría Álvarez, como terrible represor del pueblo y de la juventud mexicana anhelante de garantías.

Comentario final
En fin, vayan estas líneas como una aportación mínima para la historia de la publicidad en México. Aunque extensas, sólo son una parte, un grano en la arena de los esfuerzos de cientos de nombres dedicados a una noble pero efímera actividad. Estoy seguro que con el libro 80 años de Publicidad en México A.N.P. recientemente publicado, las nuevas generaciones contarán no sólo con una memoria acuciosa y cuidada, sino con la simiente para construir una historia propia y, sobre todo, para recordar que es el empuje de los años mozos lo que posibilita los cambios, favorables o no, en el mundo.

Nosotros hicimos lo propio, en nuestro momento. Publicistas al cabo, nunca tuvimos curiosidad suficiente por asentar el paso de nuestra actividad con el esmero del historiador, y menos de ejercitar la memoria para constancia de los frutos obtenidos. Ahora esa misma generación renovadora, de la que quedamos muy pocos, vemos con preocupación que las nuevas generaciones se vuelven víctimas de su propia desmemoria. La obsolescencia de la idea publicitaria las ha envuelto en el mismo juego de la ingratitud e indiferencia hacia los efectos colaterales de la actividad del publicista. Ser publicista no sólo supone reportar beneficios al cliente, promover productos y marcas, resaltar imágenes. Eso ahora lo entendemos y en este libro se acentúa.

jueves, 26 de marzo de 2009

Fallece muy famoso publicista




Parece que este blog se ha dedicado últimamente a publicar sólo esquelas y obituarios. Definitivamente no es mi principal interés, pero en mi lentitud característica de un hombre orquesta para publicar con regular frecuencia, han ocurrido los decesos más pronto de lo deseado o en medio de la preparación de otros tópicos.

En esta ocasión es de lamentar profundamente el fallecimiento a la edad de 88 años de un importante y afamado publicista hispanomexicano, don Eulalio Ferrer Rodríguez.

Habiendo nacido el 26 de febrero de 1921 en Santander, España, hijo de un tipógrafo socialista, el otrora capitán del Ejército republicano Eulalio Ferrer se exilió en México durante la Guerra Civil Española (1936-1939) tras haber ejercido como periodista en los diarios La Región y El Cantábrico.

El exilio del dilema

En una carta a su amigo Joaquín Bedia fechada el 6 de mayo de 1956, Ferrer cuenta cómo, a su llegada a México:
Mi primer dilema fue si habría de imponer mi voz al tiempo o hablar con la voz del tiempo [...] México era nuestro destino, la publicidad, su circunstancia. Aquel, dentro de una pasión honda, limpia: la de una gratitud como fuente de las más generosas identificaciones. La publicidad, como un quehacer urgente, un medio. Lo humano es nuestro fin. No pensar así me hubiese parecido claudicar en lo fundamental, aceptando que nuestra tarea es sólo ser como podemos y no como debemos. [Cartas de un Publicista, Diana, México, 1966:14]

Se estableció primero con sus padres y hermanas en Oaxaca, donde se ganó la vida durante un tiempo recitando poemas de Federico García Lorca y Antonio Machado. Luego empezó, cuenta [op.cit.], dirigiendo una revista mercantil hacia principios de 1941 intitulada Mercurio, ya en el Distrito Federal. Contrataba anuncios, pero ante su desconocimiento del ejercicio publicitario se asesoró con un coterráneo suyo, Luis Goicuría, quien años más tarde jugaría un papel fundamental en la formación de los futuros publicistas mexicanos a traves de la Escuela Técnica de la Publicidad que dirigió el propio Goicuría y fuera fundada por la decana de las asociaciones de la publicidad en México, la Asociación Nacional de la Publicidad (A.N.P.), y sobre la que hemos escrito ya en artículos anteriores.

Con el tiempo, don Eulalio fundó su propia agencia publicitaria, Anuncios Modernos que más tarde daría pie a Publicidad Ferrer, la cual hizo crecer y proyectó internacionalmente las capacidades y la personalidad del propio empresario.

Entre la publicidad, el servicio y la autopromoción

El denominado por algunos como "Caballero de la Comunicación", en las décadas recientes, se destacó como benefactor de la cultura y las artes, por su impulso y mecenazgo en relación con estudios y artistas interesados en temas alrededor de la figura del Quijote de la Mancha, llegando a patrocinar, entre otras iniciativas el Premio Menéndez Pelayo que concede la Universidad Internacional del mismo nombre.

Defensor del idioma español y de sus alcances literarios y publicitarios, para algunos alcanzó cotas superiores en el estudio de la filología y no faltan quienes le calificaron como "filósofo de la comunicación". En su trabajo al servicio del idioma como miembro de la Real Academia Española, de la Academia Norteamericana de la Lengua y la Academia Mexicana de la Lengua se apuntó logros como la inclusión en el Diccionario de la Real Academia del verbo "Cantinflear" en honor al humorista mexicano Mario Moreno Cantinflas, con esta acepción: "Hablar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada".

Autor de 42 títulos ensayísticos y académicos en torno a la publicidad, la mercadotecnia, las relaciones públicas y la comunicación como fenómeno humano, recientemente publicó su primera y única novela Háblame en Español editada por la firma mexicana Océano y que, en palabras del escritor mexicano Adolfo Castañón:
Es una suerte de recapitulación literaria y humana, un documento en el que se cifran los sueños que han vertebrado secretamente la vida del autor: el juego y el placer, el amor al arte, la pasión por la historia, la obsesión por el poder y la riqueza material, la admiración hacia los creadores, la fascinación por un amor que es como un trueque de adopciones, el orgullo de pertenecer a una raza y de hablar en su idioma y, en fin, el gusto por crear mundos paralelos e inventar fábulas ambiguas alimentadas por la historia.
Cervantista multipremiado, participó en la promoción del Ateneo Español en México, la Fundación Cervantina de México; el Museo Iconográfico de Don Quijote en Guanajuato, México.
Su muerte se produjo por causas naturales, aunque su estado de salud era delicado desde hace meses, especialmente desde enero, cuando hubo de someterse a una delicada intervención quirúrgica.
El gobierno cántabro decretó luto oficial de quien fuera Medalla de Oro e Hijo Predilecto de Cantabria, esa rica región norte de España vecina del País de Asturias y Francia.
(Para más información sobre los méritos, obra y distinciones de Eulalio Ferrer, clíque aquí.)

Confesiones y pedestales

Con motivo de este fallecimiento y en el ánimo de establecer aunque sea marginalmente la dimensión humana y las razones trascendentales de la obra y la persona de Eulalio Ferrer, en próximos artículos, el amable lector podrá seguir una breve serie de "confesiones" cuya motivación es desempolvar, potenciar y ubicar algunos pasajes anecdóticos, algunas prácticas y aportaciones relacionadas con el personaje que nos ha ocupado. Sin afán de hacer ninguna clase de homenaje póstumo, siguiendo la tendencia de varios de los textos publicados aquí con anterioridad, la serie intitulada Confesiones del hijo de un publicista a modo de retrato bosquejado, tendrá como finalidad dejar indicios sutiles, mínimos rasgos del peso histórico y personal de Eulalio Ferrer en la vida de quien suscribe estas líneas. Hasta entonces.

P.D.: Revisando este texto el 24 de septiembre de 2016, luego de la muerte de mi padre ocurrida el 17 de agosto de 2013, lo que digo al final sobre la "serie intitulada Confesiones del hijo de un publicista", cambió. Si bien sigo enfrascado en la labor de recuperar anécdotas y material dejado por mi padre, en calidad de biógrafo tanto de él como de mi madre (en otro espacio: La Canasta de Mamá Coneja), la administración del tiempo, dichos materiales e ideas me ha llevado por otro camino creando, primero, la ficha enciclopédica en Wikipedia, misma que voy revisando y actualizando con relativa frecuencia; luego, en vez de dichas "Confesiones", mejor redactar un ensayo crítico, todavía en proceso (están publicados los tres primeros capítulos), intitulado Sobre la enfermedad mental. Apuntes hacia una crítica de la Razón Comunicativa, en el que voy haciendo una revisión histórica sobre la comunicología y aclarando quién es el verdadero creador del concepto, y que no fue, como siempre se nos hizo creer, Eulalio Ferrer.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

La muerte de un mexicano inquieto

Por José Antonio de la Vega Acuña (ex presidente decano de la Asociación Nacional de la Publicidad)
Fotos: Archivo VETA Creativa


Nos apena muchísimo enterarnos del fallecimiento de nuestro muy buen amigo DON JESÚS MACHADO GAMMA ex presidente de nuestra querida ANP, el pasado viernes 12 de diciembre de 2008. Sirva la presente publicación para hacer extensivas nuestras condolencias al grupo de expresidentes de la Asociación Nacional de la Publicidad, a la asociación misma con todos sus miembros y por supuesto a los hijos y nietos del querido CHUCHO.
La importancia de JESÚS MACHADO GAMMA y el recuerdo de su bonhomía y carácter serán un motivo más para subrayar el sentido de las fiestas decembrinas, puesto que la sensibilidad a flor de piel permite un mejor contacto con lo supremo.
Hombres como JESÚS MACHADO no pasan de largo por este mundo y su huella marca el corazón de quienes los conocemos. Y eso sucedió con quienes formamos la Generación Renovadora en la ANP y de la que quedamos muy pocos.
En verdad extrañaremos a uno de los publicistas que hicieron posible un parteaguas en nuestra querida y H. ANP. Descanse en paz el buen amigo, maestro y ex presidente.
PIEZA CLAVE
Don Jesús Machado Gamma nació en Choix, Sinaloa, México, hacia 1930. Muy joven ingresó a trabajar en Coca-Cola Export Co., México, como repartidor y gracias a su tezón, curiosidad y conocimientos rápidamente fue ascendiendo hasta llegar al puesto de Gerente de Publicidad de la empresa. Desde ese sitio, contribuyó notablemente al desarrollo y proyección de la publicidad mexicana, pues en su calidad de cliente fundamental y exigente propició en cierta medida el crecimiento de agencias, el surgimiento de creativos y la definición del ramo. Ganar la cuenta Coca-Cola, aún hoy para muchos publicistas, es sinónimo de triunfo. Claro que hay firmas no menos importantes, pero hacia aquellas décadas no había tantas y, lo sabemos bien, la historia de una corporación pesa y mucho.
Consciente de la importancia de la historia de las corporaciones, cada ocasión que se presentaba algún intento por escribirse la correspondiente a la publicidad en México y especialmente de la ANP, Chucho era de los más entusiastas promotores. Y para muestra cabe recordar su destacada cooperación junto a nombres de otros inolvidables que, desde la labor promocional, hicieron posible que el II Congreso Latinoamericano de la Publicidad fuera una realidad en 1962.
RETRATO DE UN AMIGO
Siempre inquieto, nervioso, pujante, Chucho fue una pieza clave de la renovación de la ANP en mancuerna con otro buen e inolvidable amigo y ex presidente, Luis Gallart (q.e.p.d.); y, claro, haciendo maravilloso equipo con Jean Domette Nicolescu, Francisco Ibarra (ex presidente de la ANP antes entre Chucho y quien suscribe, y presidente de Grupo ACIR), Ángel Ladrón de Guevara (+), Hisi Pedroza... y tantos más.
Su incesante participación desde que ingresó como socio en la ANP se caracterizó siempre por un interés particular por el orden y el respeto a los estatutos y la democracia interna. Combativo, en los últimos dos años compartía con muchos de nosotros la preocupación por el futuro de la ANP, y como a muchos de nosotros le sostenía la añoranza de aquellos tiempos cuando la ANP era referente de la publicidad mexicana. Muchos lo recordamos alegador, defendiendo con enjundia los derechos de los socios, acentuando la necesidad de la renovación constante, de la modernización.
Gracias a Jesús Machado y los trabajos hechos durante su gestión como presidente a mediados de los años sesenta, la ANP creció consolidándose no sólo en el papel, sino en concreto. En gran parte, a él se debió la nueva sede de la ANP, previa a la actual, en el edificio ubicado en la calle de Jalapa, en la colonia Roma de la Ciudad de México, un activo (el primero) propio, donde la Escuela Técnica de la Publicidad amplió sus mejores frutos, y la imagen de anunciantes, publicistas, agencias y demás miembros cobró una estatura organizacional que no sólo dio continuidad a lo logrado por la Generación Renovadora, sino la impulsó aún más por lo menos hasta principios de los años noventa cuando la polémica, la división, el oportunismo y la amenaza de decadencia comenzaron a cernirse sobre la asociación.
Su respetable experiencia lo llevó a compartir sus conocimientos con las nuevas generaciones e incursionó en la docencia en la Universidad de la Comunicación, impartiendo capacitación, seminarios, conferencias, ejerciendo la consultoría en mercadotecnia.
Incansable buscador de oportunidades, nos hará falta, mucha falta en las tareas pendientes.

miércoles, 18 de junio de 2008

Publicidad mexicana: Historia rica, pobre Historia


Recientemente recibimos un amable comentario de parte de uno de nuestros lectores interesado en la historia de la publicidad en México. Dicho comentario añadido al artículo "Comienzo de la Renovación" en este mismo blog versaba así:
Me interesa saber mas acerca de la historia de la publicidad en Mexico, he buscado informacion pero ha sido muy vaga. se que los esfuerzos de ventas que se registran en Mexico va desde los pochtecas prehispanicos hasta el mexico independiente, pero aun asi, es solo un minimo de lo que realmente hay. necesito que me oriente para poder entender realmente la publicidad y markiting que se desdenvuelve hoy en dia, como los son el BTL, Ambient Marketing, Guerrilla, CRM, SMS, etc. plis ahora si necesito de su ayuda
Respondiendo a este comentario debemos decir que, como se indica en el artículo citado, en el año 2007 la Asociación Nacional de la Publicidad, decana de las asociaciones de este tipo en el país, para celebrar sus 80 años de existencia publicó un libro bastante enriquecedor y relativamente completo acerca de la Historia de la Publicidad en México, con aportaciones de afamados analistas, escritores, publicistas y empresarios del medio. Entre ellos el autor del artículo incluido en este blog y citado líneas arriba. El libro puede encontrarse en algunas bibliotecas o adquirirlo directamente en la ANP, asociación que, junto con la AMAP pueden proveer algo de información a los interesados (sobre todo mientras sigan con vida los pocos y sabios viejos publicistas).
Desafortunadamente, una crítica que varios hemos hecho a los publicistas no sólo de México sino del mundo es que en el afán e interés por la creación de productos, mensajes, campañas cuya esencia radica en su carácter efímero y cuya finalidad se circunscribe a una serie específica de objetivos, públicos, clientes y épocas, generalmente descuidan y desprecian el peso histórico y las lecciones y ejemplos que su trabajo provee a las futuras generaciones de publicistas y mercadólogos. La misma y afamada publicista Rosa María Olabuenaga con la que nos une una grata amistad y a quien admiramos profundamente, en la noche de presentación del mentado libro apuntó semejante crítica en su intervención. Postura valiente dado que los publicistas no son muy afectos a la autocrítica gremial (un poco como los periodistas).
De hecho, en la academia pocos son los docentes que dominan o se preocupan por investigar y documentar la historia de la publicidad. Rosa María Olabuenaga y otros pocos como ella son conscientes de ello y sensiblemente han buscado inculcarlo en su paso por las aulas y aun en su quehacer cotidiano.
No obstante, lo acusado en México es sintomático, ni siquiera heredado o transferido de otros ámbitos culturales. En efecto, la información accesible es poca, vaga, de regular calidad, en ocasiones falseada ya por obedecer a mezquinos intereses de grupo, ya por provenir de personajes que, si bien su importancia y aportación no se niega, en ocasiones no da tanto para que se ufanen al punto de la vanagloria. No faltan por supuesto los que se han preocupado por construir todo un sistema mitológico alrededor suyo y, amparados en amistades, relaciones, dinero, negocios, impactos periodísticos, han hecho de su persona un puntal de la historia de la publicidad vacuo y, fuera de las anécdotas, endeble.

Dado que en la publicidad y la mercadotecnia el triunfo de las personas se mide casi en los mismos términos que el de las campañas, los mensajes y las marcas, es casi connatural -y por lo mismo preocupante- la tendencia a prohijar la cultura del olvido. Lo que o quien pega primero pega dos veces..., pero mañana ni quien se acuerde; acaso guardemos una tierna y distorsionada memoria para el segundo o el tercero en llegar.
El libro de la ANP trata de llenar este hueco, pero como también suele ocurrir con estos esfuerzos en el ámbito de la publicidad y la mercadotecnia, el producto resultante fue hermoso, útil pero muy costoso por el afán fatuo y de boato que caracteriza a muchos publicistas pendientes más de la forma que del fondo, y más atentos al ahora que al ayer. Un hecho que se constata en el olvido en el que dejan los jóvenes publicistas a los viejos publicistas y en la abulia con que éstos últimos ven el derrotero de sus oficios, vocaciones y profesiones.
Súmese a lo anterior la proclividad del gremio a convertir todo lo que toca, si no en dinero, cuando menos en una pretendida obra de arte (y es cierto, en muchos casos se consigue) y podrá entenderse que los pocos libros sobre el tema, varios estadounidenses, alguno europeo y este de ahora, pecan de lujo en su edición. Impresionantes y cuidadas reproducciones de anuncios, formatos grandes, papel couché brillante y pesado, en fin obras que lindan entre la revista de anuario y el libro de catálogo. ¡Qué bueno! Pero no contribuyen como podrían a la difusión de su contenido y sus pretensiones.
Ciertamente el libro de la ANP no es el primer intento de construir y reconstruir la historia de la publicidad en México. Es el mejor; por ahora. Hace algunos años hubo dos o tres intentos fallidos. El primero por iniciativa del entre muchos oficios periodista, publicista, escritor, editor (y para algunos farsante) Julio Samuel Morales Ferrón mejor conocido por su pseudónimo "Severo Mirón". Lo que sabemos es que a varios publicistas les convenció de contribuir con donativos para la idea pero, al poco tiempo no se supo ni del proyecto ni del dinero. El primero de febrero de 2002 se le encontró asesinado por otros motivos en su oficina de la Asociación Mexicana de Radio y Televisión.
El segundo intento que recuerdo corrió por iniciativa del publicista Jaime Díaz de Sandi, pero tampoco fructificó, esta vez por falta de apoyo e interés por parte de los mismos publicistas que, a diferencia de lo ocurrido con el libro de la ANP, se negaron a patrocinar el proyecto. Así, hasta el libro de la ANP, a lo más que se había llegado en formas aisladas era a los esfuerzos de memorias y biografías corporativos y personalísimos de periodistas curiosos, agencias publicitarias trasnacionales, editores de libros de arte interesados en el valor gráfico de ciertas corrientes de anuncios, firmas poderosas interesadas en resumir y revisar el transcurso y la evolución de sus marcas, y por supuesto publicistas con aspiraciones literarias, como don Eulalio Ferrer, uno de los primeros en introducir en México la "comunicología" y quien desde hace varios años vive
prácticamente encerrado en su biblioteca junto con uno o dos asistentes recopilando información, clasificando y redactando ensayos, textos académicos y más recientemente una novela que ha publicado con su nombre. Ah, y claro, algunas perdidas tesis de licenciatura hechas generalmente, como ocurre cada vez más con muchos egresados, de mala gana.
Otro más se lo escuché barruntar al admirado Arrigo Coen Anitúa, pero
, tan concentrado como estuvo siempre en el estudio de la Lingüística y la Comunicación desconozco si logró concretar algo.Ahora bien, por nuestra parte, aun cuando no es nuestro objetivo primordial, no descartamos poner este espacio al servicio de los publicistas y mercadólogos mexicanos de antaño y hogaño para, aunque sea paso a paso, artículo tras artículo, vayamos armando tal historia que de veras nos hace falta para comprender nuestras raíces, herencias, equivocaciones, aciertos y sopesar el lugar que ocupamos ahora. Ojalá surjan más curiosos entre los estudiantes y los investigadores más determinados, he aquí una VETA por explorar y dispuesta a dar cabida a sus colaboraciones, comentarios, opiniones, críticas, anécdotas, memorias.
Finalmente, respecto a las técnicas, estrategias y tácticas publicitarias y de mercadotecnia (¡guácala con el anglicismo marketing y otros gazmoños y odiosos por tener realmente traducción al español (otra mala costumbre de la fatuidad publicitaria)!); finalmente, decía, sobre dichos temas en cambio hay mucha bibliografía, tanto de autores nacionales como latinoamericanos, estadounidenses y europeos; todo es cuestión de echarse un clavado en las bibliotecas y hemerotecas preferentemente, pero también hay algunos sitios de la Internet que pueden ser útiles, desde la enciclopedia Wikipedia hasta blogs como el mexicano BriefBlog, sin olvidar las revistas impresas y electrónicas (cf. Mediatico.com). El inconveniente de estos últimos estriba en que, si bien abonan a la actualización temática, lo hacen mediante la técnica de la nota, el breviario o la anécdota. Y es que lo que en publicidad es una virtud, la síntesis, desde un punto de vista historicista no necesariamente puede serlo y en cambio es más útil el análisis en profundidad (que no la verborrea insustancial).

viernes, 9 de marzo de 2007

Publicidad Latinoamericana

Panoramas a tiempo y destiempo


Por Francisco A. Rizzuto (Nota y versión: José Antonio de la Vega Torres)
Fotos: Archivo VETA Creativa
Fuente: Rizzuto, Francisco A.,"Programa para una Publicidad Latinoamericana"; Revista A.N.P. de la Asociación Nacional de la Publicidad, Número 15, octubre de 1962, México: Pp. 19, 20, 50, 54.

Nota: En 1962 se creó, a raíz del Primer Congreso Latinoamericano de la Publicidad (C.L.A.P. I) y teniendo como uno de los principales promotores de su creación a la Asociación Nacional de la Publicidad de México (A.N.P.), la Confederación Latinoamericana de la Publicidad (uno de cuyos miembros del consejo, con cargo de secretario, fue el reconocido Eulalio Ferrer Rodríguez). Organismo presidido por el autor de esta entrega, su finalidad fue la de generar la cohesión de las cámaras, asociaciones y representaciones de la industria publicitaria latinoamericana de entonces. Las propuestas surgidas en aquellos años sentaron un importante precedente para lo que hoy vive la publicidad. Desafortunadamente, el paso del tiempo parece haber puesto en el letargo las iniciativas ambiciosas y futuristas, y sólo la inercia las ha ido cumpliendo. Los publicistas de hoy, en su pernicioso afán de promover el olvido del pasado en el consumidor, han caído en su propia trampa y ahora se ven rebasados por una globalización en la que, como decimos en México, sólo traga más pinole el que tiene más saliva.

Palabras de ayer; realidad muy actual
Hoy, nosotros, los publicistas americanos, estamos frente a la tarea más seria que jamás hayamos emprendido, y lo estamos no porque nosotros los de esta generación, seamos superiores o estemos mejor inspirados, sino porque el destino así lo ha querido, al ponernos frente a circunstancias particularísimas que obligan a la realización efectiva de muchas ideas que en años pasados murieron o quedaron sólo en eso, en proyectos y en ideas.

Para que seamos capaces de crear aunque sea la conciencia de una publicidad americana, interamericana, o mejor que nada latinoamericana, será menester que comprendamos el paso enorme que van a dar estos países todavía en etapa de desarrollo, estas naciones todavía pobres, todavía productoras de materias primas, todavía dependientes de las naciones industrializadas, al decidir unir sus esfuerzos y renunciar a muchas de las trabas que las separan, de las particularidades que las distinguen, de suerte que puedan presentar ellas también un frente común a las agrupaciones internacionales que en todas partes se van formando. Es un paso decididamente importante puesto que de él puede depender no sólo el futuro inmediato y económico de estos países, sino porque también el porvenir mediato, el futuro lejano. Creemos con toda sinceridad que estamos en vísperas de un florecimiento publicitario en Latinoamérica. Esa creencia. abonada por un optimismo que nunca nos ha abandonado, es el fruto de la observación de los hechos que se vienen sucediendo en todos los mercados publicitarios importantes del continente.

Si todos continuamos trabajando como hasta ahora, sin abandonar el plano de la igualdad que priva en este momento enel concierto americano de la profesión publicitaria, el futuro no podrá ser sino uno, y sólo uno, para todos. Ese futuro, esa unidad, estará plenamente ligada a cómo evoluciona esa idea tan general del mercado común en América Latina, una idea que tardará más tiempo o menos tiempo en concretarse, pero a la que se llegará ineludiblemente a través de mojones mucho más cercanos, que estamos viendo ya y de los que sin duda seremos testigos muy pronto: los mercados regionales.

Sueño bolivariano y mercado
Éste es el momento de los mercados regionales y el próximo será el del mercado común. Es una necesidad fatal e ineludible la que nos empuja a todos, americanos y no americanos, hacia un mismo destino. Día llegará en que todo girará en torno de dos o tres bloques como máximo -hablando en un sentido comercial- y el intercambio mundial se regirá por principios mucho más inteligentes que los de hoy, para que organismos compensadores terminen con la escasez y la superabundancia, tan peligrosa aquélla como ésta.


Los mercados regionales no son ya una utopía, sino la realidad más firme. Y la publicidad, la moderna publicidad latinoamericana, esa publicidad que ha dado pruebas de su sentimiento de unidad y solidaridad, no puede dejarse sorprender por una realización comercial donde ella tiene obligada cabida, sin estar a la altura de las circunstancias.

En otras palabras, sin mercados regionales o sin mercado común, un movimiento publicitario internacional de tanta envergadura no tiene razón de ser; pero con mercados regionales, y sobre todo con mercado común, ese movimiento es indispensable. No podemos permitirnos ni un instante de descuido, aun a riesgo de trabajar inútilmente para el caso poco probable por cierto de que tantos excelentes proyectos queden en la nada.



La Confederación Latinoamericana de la Publicidad es el paso más grande que se haya dado jamás en la publicidad americana en busca de la unidad. Es un esfuerzo que no debe desperdiciarse porque es una gran base para ordenar en un futuro que puede ser inmediato nuevos sistemas de publicidad internacional, y en el peor de los casos, si todo fracasare y los publicistas latinoamericanos entontráremos inútil o por lo menos innecesaria la publicidad internacional por falta de mercados regionales, entonces la Confederación quedará como un logro magnífico y como un ejemplo de solidaridad entre profesionales hermanos que se sienten animados de un propósito común, por romántico o quijotesco que pueda ser ese propósito. Nadie se atreverá a discutir la efectividad del funcionamiento de nuestra publicidad. Pero tampoco nadie habrá capaz de decir que esa efectividad no es susceptible de perfeccionamiento.


Cómo debemos trabajar los publicistas en Latinoamérica
El nacimiento del regionalismo económico da origen a una nueva necesidad en el terreno publicitario, y así lo comprendieron hace tiempo los publicistas estadounidenses, que por algo siguen siendo lo más adelantado en la tierra. Allí, desde hace tiempo, se enfoca la cuestión con criterio internacional. [...] Nosotros, que en tantas cosas hemos imitado lo bueno a los Estados Unidos, también aquí, y con más razón que nunca, debemos proceder como ellos en este caso. Y recordar permanentemente que incursionar en el nuevo ámbito de la publicidad internacional no significa, ni por asomo, olvidar o siquiera descuidar la publicidad doméstica, interna, de cada uno de nuestros países.

[Si bien la emulación no es deseable, en nuestra experiencia ha sido útil en ciertos aspectos y ha dado algunos excelentes frutos, aunque también la torpeza en la forma de llevarla a efecto por determinadas agencias, gobiernos o personas, ha derivado en atronadores y vergonzosos fracasos.] Deberíamos comenzar por conocernos y hacernos conocer mutuamente, no sólo en lo comercial, sino en lo artístico, lo científico, y aún en lo turístico [todavía más de lo que ya estamos haciendo]. A través de ese conocimiento recíproco, mediante lo que llamaríasmo popularidad latinoamericana en Latinoamérica, la futura publicidad internacional tendría ganada la primera batalla. [Es momento ya de acentuar lo positivo que nos une y distingue del resto: el idioma, las costumbres, la conformación social, la economía, la historia; es momento de limar las asperezas y negruras de nuestra forma de ser y que provocan nuestros desatinos y desconciertos. Hagamos de nuestra solidaridad latinoamericana la base de nuestra investigación de mercado y extraigamos de esta nuestras fortalezas y debilidades para competir en el nuevo panorama globalizado.]

Colaboración... es la consigna
Hoy nuestras naciones se disponen a asociarse económicamente, de modo que ello tiene que ser un aliento poderoso para nuestra empresa de unificación y federación de las organizaciones publicitaias. Ese caso es una realidad que debemos vivir y la dosis de optimismo mayor o menor nos impulsará, según el temperamento o las condiciones particulares en cada caso, más o menos rápidamente hacia la meta; pero debemos hacernos desde ahora mismo el firme propósito de que a esa meta llegaremos todos, los fuertes y los débiles, los grandes y los pequeños, los poderosos y los humildes, y con el mejor espíritu americanista debemos comprometernos a ayudar siempre los de arriba a los de abajo, los de adelante a los que emprenden la marcha, de lo contrario fracasaremos.

Los publicistas latinoamericanos tenemos un armamuy poderosa para realizar felizmente los objetivos, y es la capacidad profesional. NO lo decimos nosotros, sino especialistas de lejanos países que algunas veces nos han visitado y creyendo encontrar aprendices tropezaron con más de una lección. Pero esa misma excepcional capacidad más de una vez ha conspirado contra nuestros éxitos al inducirnos a la indolencia y la subestimación de los obstáculos por vencer. La clave del éxito, tenemos pruebas de ello, está en el justo equilibrio de esa capacidad y una adecuada dosis de justipreciación de lo que el continente y en especial Latinoamérica espera de los publicistas, porque con ese sistema sí habrán de realizarse los grandes destinos y sueños a que estamos llamados los hispanos en general y Latinoamérica especialmente.